Hoy he seleccionado la lámina número 328 de nuestra colección Krantz, una anfibolita de la localidad alemana de Oberwolfach, situada en la Selva Negra, ¡vaya pastel!
En principio, se trata de una muestra relativamente sencilla, con dos minerales principales, dos accesorios, uno fácil y otro difícil, un opaco y un secundario de lujo, como Álex Angulo.

A simple vista, se pueden apreciar ya varias cosas:
- Tiene tamaño de grano medio,
- es de color verdoso, aunque hay otro mineral de color claro,
- en la parte superior abunda más el mineral verdoso y es de mayor grano que la parte inferior, donde ambos minerales parece que se encuentran en igual proporción,
- no hay un mineral que, por su tamaño, destaque sobre los demás (porfiroblasto),
- si hay una fábrica plana, no está muy bien definida.
Con toda esta información, ponemos la lámina en la platina casi por hacer algo, porque realmente nos queda muy poco por averiguar, ¿o no?
Ese bandeado de moda
Comprobemos si realmente la roca aparece bandeada en la lámina. Hemos dicho que había una parte con más verde y otra con partes iguales de verde y blanco (¡ojú!).


Además del bandeado, podemos decir que la roca tiene una textura mixta, nematogranoblástica, definida la parte “nemato” por la orientación preferente del mineral verde, que es tabular, mientras que el otro mineral principal, el claro, al ser equidimensional, aporta el “grano” al nombre de la textura (así se hace, colaborando).

Los minerales principales
Pasemos de distinguir los minerales por su color a llamarlos por su nombre. A pesar de que el verde forma cristales subidioblásticos con tendencia alotrioblástica (no desarrolla ninguna cara cristalina), es muy fácil de reconocer por el color, el marcado pleocroismo (me lo tenéis que creer) y las líneas de exfoliación.


Las diferentes exfoliaciones que puede mostrar un mineral en función del corte que se le haga, lo podéis ver muy bien en esta figura sacada del Microtectonics (segunda edición)

Por otra parte, el mineral claro no parece estar muy contento, tiene un aspecto anubarrado en los bordes aunque, en ocasiones, llega a afectar a todo el cristal.

Al cruzar nícoles, descubrimos cual es el mineral decadente

La alteración, el bajo relieve, la incoloridad, la polisinteticidad, la alotriomofosidad: ¡es plagioclasidad!.
Los minerales accesorios
Buceando por la lámina con el objetivo de medio aumento, se distingue claramente un mineral accesorio típico de rocas básicas: la titanita.
Destaca entre los demás minerales por su hábito romboidal (la mítica pastilla juanola), su altísimo relieve y su color marrón, que apenas cambia al cruzar nícoles.

El otro accesorio es más difícil de reconocer. Os cuento cómo me he topado con él.
Es muy evidente que la plagioclasa está bastante alterada, así que las partes claras de la lámina suelen estar sucias. Por eso llama mucho la atención que, al mirar con el objetivo de medio aumento, aparezcan minerales claros que no están alterados. Eso ya te tiene que hacer saltar la liebre sobre la posible presencia de otro mineral. Podríamos pensar que se trata de cuarzo, que es como la plagioclasa (incoloro, bajo relieve, color de interferencia gris), pero no se altera. Recordemos que a pesar de estar mirando una roca básica, estas pueden tener pequeñas cantidades de cuarzo.

Pero hay otras dos características que indican claramente que no se trata de cuarzo. La primera es que ese mineral claro no alterado resulta que es idioblástico, cuando ni la plagioclasa ni el cuarzo lo suelen ser en rocas metamórficas. Además, tiene forma hexagonal y (segunda razón) debe tener bastante relieve, porque al lado del anfíbol (que tiene relieve moderado) apenas se ven los bordes marcados, mientras que plagioclasa y cuarzo tienen muy bajo relieve.
Dicho de otro modo: si fuera cuarzo, la diferencia de índice de refracción con la hornblenda daría lugar a un relieve tan profundo que no llegaría a vislumbrarse el final. Y sin embargo ahí está el mineral, como flotando en hornblenda.

Al cruzar nícoles vemos que los colores de interferencia son grises, pero es un gris apagado, a veces casi negro, muy diferente a los colores grises del cuarzo o la plagioclasa, que son más vivos.
Pues todo esto que acabo de describir se corresponde con un mineral accesorio muy común en rocas ígneas tanto ácidas como básicas (y sus primas metamorfizadas): el apatito. Es cierto que este mineral puede tener características ópticas muy variables en función de su composición, pero en rocas ígneas comunes es así.
El opaco
Para reconocer minerales opacos hay que usar un microscopio de luz reflejada pero, a veces, con uno de luz transmitida podemos atrevernos a identificarlos.

En este caso, su estrecha relación con la titanita nos permite aventurar que se trata de un mineral con titanio, posiblemente ilmenita (Paco se llamaba Ilmenita, como el título de una peli de la transición).
El secundario
Por mucho que lo despreciemos con calificativos como sucio o anubarrado, lo que aparece alterando a la plagioclasa también es un mineral y en una descripción petrográfica seria hay que incluirlo.

Vemos que forma agregados de grano fino que lo más probable es que sean de sericita.
La evolución metamórfica
Para estimar las condiciones PT en las que se ha formado esta roca, podemos usar un diagrama de facies. En el siguiente vídeo os pongo uno que he sacado del Yardley.
[youtube http://youtu.be/OyYCmUuRbyw]
Cómo me gusta hacer estas pijadas…
Una reflexión sobre la estructura
Desde los tiempos de Henk Zwart, las láminas delgadas de rocas deformadas han de hacerse perpendiculares a la foliación y paralelas a la lineación

En nuestra roca, como la hornblenda un mineral alargado, todos los cristales del mismo deberían estar orientados con su eje c paralelo a la lineación. De esta manera, definiría una textura nematoblástica perfecta y solamente seríamos capaces de ver una única familia de líneas de exfoliación.
Sin embargo, hay muchos cristales de hornblenda donde se ven dos familias, es decir, son secciones basales, o sea, que no están orientados según la lineación principal.
Siendo una lámina de la colección Krantz, es difícil pensar que está mal cortada, así que la única opción posible es que realmente esta roca no está muy deformada.
Esto cuadra con la trayectoria metamórfica mostrada en el vídeo, donde se ve que, debido a la ausencia de granate, la presión no debió de superar los 5 kb.