Alguien tenía que decirlo: Nuestros geoantepasados eran unos pugneteros pedantes de mucho cuidado.
Si no, ¿a qué viene eso de inventarse megapalabros polisílabos pantagruélicamente impronunciables para nombrar texturas, minerales o rocas? Y encima todos derivados del griego. No podían utilizar latinajos, no. Griego, γ-ρ-ι-ε-γ-ο. Aún tenemos que dar gracias de que no se inspirasen en el sumerio, el chino o, peor aún, en el navajo (idioma usado en la II Guerra Mundial para despistar a los alemanes japoneses que, aunque lograran descifrarlo, no conseguirían entenderlo).
Blastesis, eclogita, porfiroclasto, diaftoresis, diatexita, anatexia, anamorfismo, homeoblástico, simplectita, quelifita, lepidoblasto, nematoblasto, glaucofana… si le soltáis cualquiera de esas palabras a un portero de discoteca, ya podéis correr rápido si no queréis que os cruja allí mismo (salvo que sea griego; entonces entablaréis una delirante conversación).
Así que, con la ayuda de mi querido libro Metamorphic rocks: A classification and glossary of terms, voy a fabricar un diccionario γριεγο-español en cuatro partes. Además de términos digamos válidos o aceptados por el establishment, incluiré otros anticuados que la Subcommission on the Systematics of Metamorphic Rocks recomienda abandonar. Yo los incluyo aquí porque son curiosos o porque os los podéis encontrar en textos (muy) clásicos.
Siempre que sea posible (es decir, casi nunca) pondré ejemplos de palabras más comunes que tengan un origen equivalente.
Agmatita: Si hay unas rocas que tienen nombres raros, raros de verdad, esas son las migmatitas. Las agmatitas son migmatitas en las que fragmentos del paleosoma están rodeados por venas relativamente delgadas de neosoma.
Procede de la palabra griega agma, que significa fragmento.
No os preocupéis, más adelante definiremos también migmatita, paleosoma y neosoma.
Asumo que el resto de las palabras (las, ser, en, que, fragmento, del, estar, rodear, por, vena, relativamente, delgado) las conocéis.
Y no, entonces magma no significa «fragmentos de m» (aunque algunos les gustaría pensar que sí).

Alotrioblástico: Lo peor de las descripciones texturales es recordar esos malditos nombres. Este en concreto se refiere a un cristal que ha crecido en una roca metamórfica sin desarrollar ninguna de sus caras cristalinas.
Resulta de la unión de allotrios, que se podría traducir por «que no le pertenecen», y blastós, germen, semilla.
Los cristales alotrioblásticos no gustan nada a los que sufren de pareidolia, porque no pueden ver ninguna cara (lo siento, es malo, soy consciente de ello, pero es que si no lo decía, reventaba).

Anatexia: Literalmente, fusión profunda. Se le puede añadir un adjetivo para indicar el grado de fusión, como intergranular, inicial, avanzada, parcial, etc.
El prefijo ana- puede significar movimiento de arriba abajo, sobre, o de nuevo. Por alguna extraña razón, nosotros lo usamos para referirnos a procesos que ocurren en profundidad. En esta página tenéis algunas palabras comunes que contienen el prefijo ana-, en alguna de sus variadas acepciones. Têkô, por su parte, es fundir.
Anquimetamorfismo: Metamorfismo de grado muy bajo, transicional con la diagénesis.
Anchi- significa cerca de o aproximado.
Blasto-, -blasto: Este trozo de palabra tiene una desquiciante propiedad, a saber, su significado es diferente según esté al principio (prefijo-) o al final (-sufijo) de la palabra completa. Como si no tuviéramos ya bastantes problemas.
Como prefijo se refiere a estructuras relictas de la roca original (protolito), como blastoporfídica o blastomilonita.
Se usa como sufijo al hablar de nuevas estructuras o texturas de la roca, es decir, aquellas generadas durante el metamorfismo, como granoblástico, porfiroblasto, etc.
Procede de blastós, germen, semilla.
Blastesis: Aunque aquí va delante se refiere a la cristalización y crecimiento de minerales debido a procesos metamórficos. ¿No es para volverse loco?, ¿es toda la petro metamórfica así? Yo me vuelvo a mi pueblo.
Cataclasita: Cuando sabes que kata- significa hacia abajo y klasis quiere decir machacar, todo tiene sentido. Roca de falla cohesiva y sin fábrica plana formada por fragmentos angulosos y una matriz de grano fino, o sea, roca rota ahí abajo.
Crocidita: Término que la Subcommission on the Systematics of Metamorphic Rocks considera innecesario. Se utilizaba para denominar migmatitas con pequeñas venas irregulares muy entrelazadas con el paleosoma, es decir, migmatitas en su estadio inicial de desarrollo. Viene de krokydos, cuyo significado podría ser el de las acepciones 4 y 6 (incluso la 7) de borro.
Deutérico: Término obsoleto (es decir, que ya no se usa) para referirse a reacciones entre minerales magmáticos primarios y los volátiles que proceden del mismo magma, lo que viene siendo cocerse en su propia salsa. Deuteros significa segundo o el que sigue, como el Deuteronomio del antiguo testamento, la segunda ley (no, no es la de la entropía).
Diaftoresis: No lo habréis oído en vuestra vida, pero esta palabra es sinónima de «metamorfismo retrógrado». La raíz griega diaphtheirô se puede traducir como cambiar a peor, corromper, destruir.
Si la pronunciáis con acento gallego, diafteiro podría decirse de un día en el que hacía sol y de repente se pone a llover: Hoxe fai un diafteiro (Qué mal se ha quedado el día).
Diatexita: Se utiliza para referirse a una roca migmatítica en avanzado estado de fusión, en la que las partes fundidas y no fundidas no se pueden distinguir con claridad (se con-funden, jeje). Dia- significa a través de y têkô, pues ya sabéis, fusión: el fundido lo atraviesa todo.

Palabras que empiezan por dia- en castellano hay bastantes: diáspora (a través de la espora), diabetes (a través de las betes), diáfano (a través del fano), diarrea (a través de la rea), diámetro (a través del metro), diacrítico (a través del crítico), diafragma (a través del fragma), diálogo (a través del logo)… Por ejemplo, uno pregunta: ¿Cómo has llegado hasta aquí?, y el otro le responde: diámetro (a través del metro).
Dictionita: Migmatita con estructura reticulada. Vamos, que dyktion seguro que significa red. No he sido capaz de encontrar una palabra de uso corriente que contenga dyktion, pero sí una palabra geológica: paleodyction. En esta entrada tenéis algún ejemplo. En esta otra entrada, tenéis un bonito ejemplo de dictionita.
Eclogita: Mi pedazo de planeta predilecto también tiene etimología griega: eklegô, elegir. Según la Subcommission on the Systematics of Metamorphic Rocks, recibió este nombre porque las eclogitas están constituidas por minerales poco comunes en las rocas «primitivas», es decir, que parece que han elegido estar juntos. Versión litológica de: los amigos los eliges tú, la familia no. Sería una roca de colegas: de «¡eh!, coleguita», pasamos a «eclogita». Los caminos de la filología son inescrutables.
Eleuteromorfo: Otra maravillosa palabra que la Subcomisión prefiere condenar al ostracismo metamórfico. Viene de eleutheros, libre y morphê, forma. Es decir, un cristal que ha crecido libre, sin restricciones sobre su forma: un mineral idioblástico.
Ahora me explico que la peli de «El Lute: camina o revienta» tuviera tanto éxito en Grecia, aunque allí le cambiaron el nombre por «El Euthe» (así, sin más). La banda sonora no tiene desperdicio; en un momento dado se ve a Imanol Arias cantando a pleno pulmón: «Eleuthe soy, eleuthe soy, no puedo ocultarlo más».
Espilita: ¿Es Pilar de pequeñita? Pues no, spilos significa mancha, mota (como en Hernández Spilos o José Spilos, respectivamente).
Una espilita es una roca volcánica o subvolcánica, básica o intermedia que está alterada. La matriz está constituida por minerales de bajo grado e hidratados, como clorita, epidota, prehnita. Los antiguos fenocristales de feldespato ahora han sido sustituidos por albita y supongo que serán los que constituyen las características motas.
Y una aclaración para mexicanos: no, no se fuma.
Esquisto: Viene de schizô que significa romper, dividir, separar. Roca que tiene una fábrica plana definida sobre todo por la orientación de micas y que se suele escindir por esos planos.
Como ya os habréis dado cuenta, esquizofrenia tiene esa misma raíz, pero no voy a hacer ninguna broma con esto, que no tiene gracia.
Y aquí lo dejo por ahora. Continuaré con el diccionario a lo largo de tres entradas más.
3 comentarios en “Griego para petrólogos (primera parte)”